viernes, 26 de abril de 2013

Quiero meterme en la cama y no salir

Tengo miedito.

Después de lo de ayer, mi teoría de que me ha mirado un tuerto la tengo casi confirmada.

Pues nada, resulta que cuando llegaron las siete de la tarde de ayer y mi compañero y yo nos dispusimos a cerrar el chiringuito, descubrí que la grúa se había llevado mi coche.

Yo lo flipo. Lo flipo a niveles estratosféricos.

Como ya os he contado en alguna ocasión, mi oficina está en un barrio donde es prácticamente imposible aparcar, aparte que el colegio que tengo enfrente tampoco ayuda demasiado a la labor. Al lado de mi oficina entre una cochera y un taller de motos, hay un minihueco donde realizo aparcamientos de emergencia cuando no hay otra solución y en el cual asoman dos palmos de culo o de morro (del coche, se entiende) a cada lado de cada vado. Aparte que (creía que) en el barrio ya me conocen y tengo (tenía) la confianza que el mecánico del taller, que bien que viene cuando se aburre a tirarme los tejos... me avisaría si el coche estorbaba (que resulta que nunca estorba porque nunca nadie sale de esa cochera).

Pues resulta que ayer sí. Ayer el señor propietario quiso sacar el coche. Al señor propietario le resultó mucha molestia girar mínimamente el volante (porque podría haber salido perfectamente) y resulta que el mecánico del taller, que luego me confirmó que presenció todo el momento-policía-denuncia-grua no reconoció que era mi coche. Sí hombre, sí. Muchas gracias.

Así que ayer la jornada laboral me costó 128 € de la tasa de la grúa y otros 90 € cuando me llegue la multa.

Yo creo que me ha castigado Dios o el karma o vaya usted a saber. Porque resulta que por la mañana le comentaba al Muso que "ojalá y todos los problemas pudieran solucionarse con dinero". 

Toma, por hablar.

Y es que resulta que llevo una temporada que no gano para sustos. Entre los sustos que me ha dado la salud, tengo que sumarle el palazo que me va a pegar Hacienda con la declaración de la Renta, lo que me he gastado en gafas y médicos y ahora la multa.

Lo dicho, no gano... 

Así que hoy lo único que me apetece es meterme la cama y no salir hasta que haya pasado por lo menos una semana... que me da mucho miedito todo.

Feliz fin de semana...


Edito: Y lo peor de todo es que en este mismo instante (11.16 AM) hay una furgoneta aparcada en el mismo sitio... Por mis huev** que llamo a la policía ahora mismo.

jueves, 25 de abril de 2013

Las cosas importantes

Me comentabais en la anterior entrada, bueno, me comentaba un anónimo, que no es que me moleste que sea anónimo... que parece que decir "me ha comentado un anónimo" suena así como fatal y eso ¿no? pero claro, no puedo ponerle nombre y eso... (corta que te lías) Eso, que parece como que a veces actualizo "por obligación" y que si no me apetece... que lo normal sería dejarlo.

Huummmmm.... oye, pues tienes razón querid@ amig@.

El caso es que no actualizo por obligación... o quizá sí, pero si lo hago es porque no quiero acostumbrarme a dejar esto colgado demasiado tiempo. No me gustan los blogs abandonados. Aunque realmente es más penoso un blog con entradas absurdas que no con un par al mes pero que sean geniales, ¿verdad?

Y lo que tampoco me gustan son los "Blogs Torero". 

Los Blogs Torero son los blogs que, como su propio nombre indica (y que yo misma me he inventado) hacen como los toreros, que se retiran definitivamente para volver a los dos meses anunciando la "reaparición" a bombo y platillo, publican un par de entradas y luego lo vuelven a dejar y así... Eso no me mola. No me mola nada.

El problema es que no siempre tengo temas para Reflexionar Superprofundamente. De hecho, si siempre lo estuviera haciendo estaría ya un poco loca, ¿no? Perdona... ¿más aún? jajaja

Perdonadme. Pero es que en este momento que os escribo, aparte que he tomado café y yo no puedo tomar café más allá de media mañana porque me pongo como un cohete, estoy eufórica perdida.

Y es que estos últimos días he tenido un susto de salud. Sí, otro susto. 

Sí, sí... debo estar haciéndome vieja porque me están saliendo todos los achaques. Ea. Tengo que empezar asumirlo... no soy esa lozana jovencita que creía ser. 

Pero bueno, afortunadamente otra vez sólo ha sido un susto (y vaya susto) aunque todavía tengo que ir al especialista, el ir a visitar a un médico privado creo que ha sido lo mejor que he podido hacer. Porque como tuviera que estar esperando diez, quince o nosecuantos días después que la Señorita Doctora de Urgencias me dijera "puede ser malo... o no... no lo sé" a que me viera el especialista, me parece a mi que me había muerto... pero de un infarto.

Cuando te pegas este tipo de sustos es cuando te das cuenta de lo frívola que es tu vida y de las gilipolleces por las que te preocupas habitualmente. 

Así que a partir de hoy pienso tomarme la vida con mucha más calma y preocuparme nada más que de las cosas importantes.

Para todo lo demás........................

Feliz jueves!!!!!!


Pd: Y para celebrarlo me he comprado un vestido monísimo y el sábado me voy a la pelu a ponerme bella como una estrella.

Pd2: Ahora falta que después de todo el despliegue no me saquen de paseo... jajaja

martes, 23 de abril de 2013

Necesito buscarme un hobby

Tengo un problema.

Necesito buscarme un hobby urgentemente. Por lo menos para que tenga algo de que hablar en el blog.

Ya sé que me pongo cansina pasiempre con este tema, pero es que es verdad.

Y es que cuando ya pasas de los treinta y uno (camino de treinta y dos) y tienes un blog las temáticas se van reduciendo a:

- Ser personal choped o güedin planer.
- Si no eres güedin planer profesional, montar tu propia güedin y mostrarla al mundo por fascículos. Con esto tienes para actualizar durante aproximadamente siglo y medio.
- Mi preñéz. Con pelos y señales. Bueno, los pelos mejor los dejamos.
- Mi churumbel y sus satélites. Entonces es cuando la bloguer deja de ser bloguer para convertirse en "la mamá de" y todo su universo gira en torno al churumbel y sus satélites.

Y si eres apañada:

- Mis manualidades. O DIY, que es más guay.
- Mis libros.
- Mis maquillajes.

Estas blogueras, además de trabajar, ser madres, atender su casa y sus cosas, aún encima hacen cosas chulas, escriben bien o se maquillan mejor.

Por eso digo que necesito buscarme un hobby para poder ilustrar mis entradas con algo que no sean los rollos de siempre. Que si mira que guay, que si mira que plof... me aburro yo sola de leerme...

Pero es que yo de moda sé lo justito para ser personal choped; no me caso; no voy a ser madre; no sé hacer manualidades; no tengo imaginación para maquillajes artísticos.

¿Y qué narices hago yo?

Ah sí... Reflexionar Superprofundamente... o lo que viene siendo lo mismo, rayarme la cabeza con chorradas.

Feliz martes.

viernes, 19 de abril de 2013

Porque lo dice el DNI

Un poco volviendo a la entrada de ayer, parece que estamos todos un poco de acuerdo en que no nos creemos que realmente ya nos hemos hecho mayores.

Y como decía, realmente yo no me siento mayor. No sé... es que yo desde que tengo uso de razón, me he sentido igual. Mis emociones han sido siempre las mismas, lo único que quizá es distinto es a lo que iba enfocada esa emoción.

Si hay algo que me acuerdo especialmente, es de cuando era una niña pequeña e iba a párvulos. Recuerdo perfectamente que estaba "enamorada" de un niño de mi clase. Sí, sí... será que toda mi vida he sido muy romántica, porque con cinco o seis años ya andaba de amores.

El caso es que recuerdo perfectamente lo que sentía cuando veía a ese niño. Ese nerviosismo, esa emoción, las "mariposas en el estómago" eran las mismas que sentí después con doce, con diecisiete, veinticinco o treinta y un años.

Al igual que el amor por los míos. Porque tenga los años que tengo ahora no dejo de querer a mi madre. Y confieso que de vez en cuando necesito que me achuche en su regazo y me de muchos besos. Eso lo hacía cuando era bebé, con siete años, con doce, con dieciocho, con veinticinco y con treinta y uno... y lo haré mientras pueda hacerlo.

La ilusión. Lo mismo, ¿vosotr@s no sentís igualmente la emoción de la ilusión? Yo sí. Lo único es que antes cuando era niña me ilusionaba por un juguete y hoy me ilusiono por comprarme un móvil. Al fin y al cabo es lo mismo, ¿no? O la ilusión que me producía que llegara el verano para ir a la feria de mi pueblo, que es la misma que ahora, lo único que antes me encantaba ir para montarme en el Saltamontes, y ahora me ilusiona comerme un perrito caliente de Hamburguesas Santa Ana.


O la ilusión al oir el bip bip del móvil cuando recibes un Line (adoro el Line) o un Wathsapp, ¿no es la misma que cuando tocaban al timbre de tu casa y tu vecin@ te preguntaba que si "te bajas"?

Y por supuesto... las emociones negativas también son las mismas. El primer día de Colegio-Primer día de Trabajo después de las vacaciones; Suspender un Examen-Metedura de pata laboral...

O reñir con tu mejor amig@, eso es peor que dejarlo con una pareja.

Cuando tenía unos quince años o por ahí tuve una experiencia horrorosa cuando la que era mi mejor amiga "me dejó" por mi compañera de pupitre del instituto al poco de presentarlas. Os juro que el dolor de corazón que sentí cuando ambas me dejaron de lado fue tan malo... tan, no, mucho peor que cuando me dejó mi ex.

Por todas estas cosas es por lo que digo que yo no me siento mayor... soy mayor porque lo dice el DNI pero a final de cuentas yo creo que soy la misma persona y siento igual que cuando era niña, adolescente, ahora en la edad adulta, y seguiré sintiendo igual cuando hayan pasado unos años.

Feliz fin de semana.


jueves, 18 de abril de 2013

¿Y tú qué querías ser de mayor?

El otro día el Muso me comentó que pasó por la puerta de su antiguo instituto y por la calle donde cuando era adolescente se juntaba con sus amigos a arreglar el mundo y fumarse sus cigarricos a escondidas.

Me dijo que se visualizó a si mismo de adolescente viéndose pasar a si mismo de adulto y se preguntó qué pensaría su yo adolescente de su yo adulto al verse pasar. Si se hubiera imaginado a si mismo en la actualidad, a sus treinta y dos, con ese coche, ese traje, ese trabajo y ese peinado.

La verdad es que yo tampoco recuerdo cuando tenía catorce o quince años e iba al instituto, cuando me saltaba la clase de turno para irme al parque de al lado a hacer el mono... como sería a mis treinta y uno.

No recuerdo si en ese momento me pararía a pensar en como sería mi futuro ni en qué quería ser de mayor.

Entonces le pregunté: "¿Pero te gusta tu vida?"

Y él me dijo que probablemente si se hubiera dedicado a lo que era su "sueño" probablemente a día de hoy sería mucho más ambicioso, pero que tal y como ha sido su trayectoria y en el punto que se encuentra ahora  podría decir que se conforma con lo que tiene. Que no es que sea absolutamente feliz pero que ha aprendido a apreciar lo que tiene a y a valorar los pequeños detalles de su día a día. Siempre se puede aspirar a más, por supuesto, pero no por ello hay que menospreciar lo que se tiene.

No sé cuantos de vosotr@s vivís la vida de vuestros sueños. Me explico, si vuestra vida actual a vuestros veintitantos o treintaypoco o treintaymuchos es la que os imaginabais cuando teníais catorce o quince e ibais al instituto.

Por mi parte... la verdad es que como desde bien jovencita supe que no iba a estudiar una carrera, quizá no me "molesté" en tener una vocación. Aunque también es cierto que el trabajar "en una oficina" (que diría mi madre) tampoco era una idea que me disgustara, no lo voy a negar. Y que desde los diecisiete hasta ahora sea a lo que me dedico... será por algo.

Mi vida no es "de ensueño", pero... tampoco necesito más de lo que tengo.

Además que, los treinta o treintayalguno cuando eres adolescente te parece que es el fin de la humanidad... pero yo, la verdad, siento que esto acaba de empezar.

Y vosotros, ¿sois lo que queríais ser de mayores?

Buen jueves.


miércoles, 17 de abril de 2013

La Esencia

Aviso: Entrada larga y moñas. No sigas leyendo si no quieres sufrir intoxicación glucémica.

Ayer, en una de esas interminables conversaciones filosóficas superprofundas que mantenemos el Muso y yo  con frecuencia, me comentó que aunque hace relativamente poco tiempo que nos conocemos había notado que en los últimos meses yo había cambiado.

El Muso y yo nos conocimos a finales de primavera del año pasado y por casualidad. Pura casualidad. Porque nos presentó una persona a la que yo no veo con frecuencia, en un sitio donde yo no voy con frecuencia y en un momento en el que yo normalmente estoy haciendo otra cosa. De hecho, ese día y a esa hora debería estar en clase de aeróbic... y realmente no recuerdo por qué ese día no fui.

Sea como fuere, el destino quiso que ese día él y yo coincidiéramos en el mismo espacio-tiempo. Por suerte.

Ya sabéis que para mi el año pasado fue bastante funesto y por aquellos entonces no tenía yo la cabeza ni el ánimo para muchos "meneos". Por eso, aún notando esa sensación de "sé que tú no vas a pasar desapercibido por mi vida" preferí ahorrarme quebraderos de cabeza y dejar pasar la oportunidad de conocerle. Vamos, que no le di ni mi teléfono.

Pero el destino debió empeñarse con nosotros e hizo que nos volviéramos a encontrar... Y le dí mi teléfono.... y él me llamó para invitarme a cenar... yo le dije que no... él me volvió a llamar para invitarme a un concierto... y yo le dije que no... él me llamo para... y yo le dije que no.

Hasta que se cansó de llamarme.

Pero.... el destino encabezonado como estaba, hizo que nos volviéramos a encontrar unas semanas después.

Y ese día lo vi todo claro, como cuando se te cae la venda de los ojos.

Empecé a ver que sí, que aunque mi vida los últimos meses hubiera sido una grandísima mie**a, ya estaba bien de lamentarme y que ya era hora de tirar para delante.

Y desde entonces todo lo que vino fue positivo. No sé si fue por mi, por él, o por que ya me tocaba.

Por eso me decía ayer el Muso que notaba que había cambiado. Y yo le pregunté que si tan cardo le parecí cuando nos conocimos, por qué insistió en seguir llamándome cuando ya le había dado largas en varias ocasiones. Además que él no era de los que le insistían demasiado a las chicas...

Me confirmó que, aunque en cierto modo mi yo de antes y el de ahora sean distintos... la esencia era la misma. Que hay ocasiones en que los estados de ánimo o diversas circunstancias negativas hacen que nuestra esencia no "huela" todo lo bien que debería al estar ensuciada. Pero que esa misma esencia en un entorno limpio y luminoso, huele bien.

Y probablemente él no sepa (bueno después de leer esto seguramente sí) que no tiene ni idea lo que le agradezco que supiera verlo en su momento y toda la paciencia que tuvo conmigo.

Y también que... aunque no sé que será de nosotros dentro de X tiempo, a día de hoy, abril de 2013 es una de las personas más importantes de mi vida y que él tiene un poquito de culpa de mi cambio actual.

Gracias Muso.



Pd: Me da una muchísima vergüenza tal despliegue sentimental, por lo que no aseguro que esta entrada permanezca demasiado tiempo publicada.

martes, 16 de abril de 2013

Os voy a decir una cosa (muy cortita)

Si hubiera sabido antes que a los 31 (y medio) iba a estar así... ojalá los hubiera cumplido hace 5 años.

Y hasta aquí mi reflexión superprofunda de hoy.

Feliz martes.

lunes, 15 de abril de 2013

Voy de tipa dura pero en el fondo soy de las que lloran en las bodas

Ya os he hablado en varias ocasiones de mi santa madre y sus frases lapidarias.

El otro día, en un arranque de honestidad brutal tan característico en las mujeres de mi familia (rasgo genético) me soltó:

"Hija mía: tu es que siempre has tenido muy mal gusto para los hombres"


Sí, me quedé con esa cara que te estás imaginando.

Después de recuperar el sentido y que la sangre volviera a regarme el cerebro después de semejante shock que, venido de una amiga lo puedes tolerar pero... que te lo diga tu madre ya jode, y bastante, pues que me dio que reflexionar superprofunamente. Eso fue el sábado por la noche y llevo reflexionando desde entonces.

Lo cierto es que me impactó. Bueno, no me impactó, no sé... es difícil describirlo. Es una sensación tan de: "¿Y qué coño he estado haciendo yo toda mi vida? ¡Si hasta mi madre lo ha visto!" No sé si me explico...

Y sí, tenía razón. Yo que siempre me he creído una desgraciaíca de la vida porque había tenido muy mala suerte con los hombres y resulta que el problema no eran ellos... era yo. Por elegir mal. Porque ciertamente a mi es que nunca me han gustado los tipos "normales". No sé... supongo que como soy rebelde por naturaleza, no me podía conformar con una relación normal con un hombre normal. Y es verdad, siempre me han gustado los hombres con algún rasgo diferente y característico.

Y así me ha ido. Fatal.

¿Por qué? Porque yo sí que soy normal. Dentro de todo lo rebelde que me crea, soy una tipa normal. Voy de tipa dura pero en el fondo soy de las que lloran en las bodas. Y de las que sueñan con arcoiris y unicornios amarillo pastel.

Así que después de esta terapia de choque que ha servido para aclararme las ideas, he llegado a la siguiente conclusión:

-Acepto hombres románticos.
-Acepto hombres que bailen bachata.
-Acepto hombres que no huyan despavoridos ante la audición de la palabra "boda".
-Acepto hombres que no les importe las muestras públicas de cariño.
-Acepto... un hombre normal.

Feliz comienzo de semana.

Edito para hacer una matización: La normalidad a la que me refiero supongo que será que sea tan normal como yo. Dentro de mi normalidad. Y de la suya. Osea, que seamos más o menos igual de normales o anormales...

Ufff que lío.





viernes, 12 de abril de 2013

La culpa fue de los Isquiotibiales

Hoy voy a contaros uno de esos secretos inconfesables que son inconfesables más que nada porque cuando los confiesas la gente te mira raro: Me estoy volviendo una hipocondríaca-aprensiva.

En serio. Pero es que no lo puedo evitar... Cada vez que me noto "algo", lo que sea, por mínimo pequeñísimo... me creo que me voy a morir.

Y eso os lo puede contar Anita, que el otro día cuando le conté que me dolía la espalda y la pierna y casi me creía que me iba a quedar parapléjica me contestó con un rotundo: "¿Y no serán simples agujetas?".

Touché.

Los días pasaron, mi dolor de espalda y pierna desapareció y continué con mi rutina diaria mientras buscaba otra parte de mi cuerpo que me doliera para quejarme un rato.

Y llegó ayer jueves y mi clase de aeróbic.

Viviría perpetuamente en clase de aeróbic. Creo que es de las pocas cosas que se me dan bien en la vida. Pirueta parriba, vueltecica pabajo, uve pacá, mambo pallá. Obvio decir que las mallas me quedan ideales, por supuesto....

Llegó el momento estiramientos y yo más hueca que una pava porque el Juan-Cló (¿os acordáis del Juan-Cló?) no me quitaba ojo de encima mientras yo me dedicaba a hacer posturitas a lo Pricilla reina del desierto.

Obviamente, mi momento Priscilla terminó en cero coma cuando me dijo Juan-Cló:

-Ana, tienes que bajar más (la espalda)
-No puedo.
-Sí puedes, tienes que forzar más.
-Que no puedo Juan-Cló, que me hago pupa.
-Eso es porque tienes Acortamiento de los Isquiotibiales.
-¿Que tengo corto el quéeeeee???

Pues eso. Los Isquiotibiales son unos musculitos que van por la parte trasera de lo que viene siendo el muslo, desde el culo (para qué andarnos con remilgos) hasta las corvas. Y los tengo cortos. Por eso no puedo doblar la cadera y bajar la espalda, porque no me tira el Isquiotibial.

-Ana, deberías hacer estiramientos también en casa.
-¿En casa también??? No jo-das.
-En serio, es que si no te cuidas eso te va a terminar doliendo la espalda.
-¿Has dicho???
-Sí, y también te pueden dar calambres en las piernas.
-¿¿¿Has dichooooo????

Así que no iba yo tan desencaminada y mi dolor de espalda y piernas de los días anteriores no eran simples agujetas.

¿Sabéis qué es peor que ser una maldita hipocondríaca-aprensiva emparanoiada?

El día que te dicen que tu dolor de algo tiene un motivo.

Ains....

Feliz fin de semana.



jueves, 11 de abril de 2013

Con 6 y un 4...

... hago tu retrato.

Bueno, en este caso el mío.


Feliz jueves (otra vez)

Con lo fácil que es mantener un blog actualizado.

Últimamente no publico mucho, lo sé. Y lo poco que publico es bastante insustancial, lo sé.

El otro día dije que es que estoy un poco vaga (que también), pero el problema es que no se me ocurre nada que pueda interesar a nadie. Y la cuestión es que en cuanto tengo tiempo libre es a lo que me dedico, a  (la intención de) actualizar el blog.

Pero nada.

Y mira que es fácil tener un blog actualizado, ¿eh?

Tan simple como abrirte la web del Zara y hacer un copy-paste de los modelitos, o abrirte el feisbuc y hacer un copy-paste de la broma del Durex y sus spanish flavours o abrirte cualquier web y hacer un copy-paste de lo que sea.

Pero qué queréis que os diga chic@s... yo debo ser muy pava porque cuando publico una entrada me gusta quedarme con esa satisfacción del "trabajo bien hecho", no sé si me explico. De currarme algo digno de enseñar, digno de ser leído y digno de ser comentado.

Y mirad que no tengo por qué, o será por eso por lo que lo hago: porque yo con esto no gano nada. Quizá quién publican entradas (o post) a destajo sea precisamente por eso, porque cobran por cantidad, no por calidad.

Ojo, que yo no digo que mis entradas tenga calidad... ni muchísimo menos, pero como he dicho antes: al menos a mi me dejan con esa satisfacción de haberme currado algo. Aunque luego no lo lea nadie.

Y hasta aquí mi reflexión superprofunda de hoy. Superprofunda de verdad.

Buen jueves.

martes, 9 de abril de 2013

Smile :D

No sé por qué extraña razón o motivo hoy estoy contenta y no se me quita la sonrisa de la cara.

Bueno, sí sé la razón. Acabo de salir del médico y resulta que no tengo que preocuparme de nada. Hace una semana estaba yo acojonada perdida porque me veía vendiendo cupones de la Once (con todos mis respetos a los vendedores de cupones), pero no. No tengo que preocuparme de NA-DA. 

Suficiente para estar contenta, ¿no? Chin-chin, brindemos.

Aunque la verdad es que últimamente tengo motivos para sonreír, aunque yo me empeñe en tener siempre alguna preocupación.

Que tonterías, ¿no?

La verdad es que siempre he tenido la teoría de que cuanto más subes más dura será la caída. Por eso, no he querido ser nunca "totalmente feliz", no sé si me explico. Eso de decir "joder, que bien me va todo" me ha parecido como tentar a la suerte.

O que si piensas siempre en negativo la ostia te dolerá menos.

Repito: Que tonterías, ¿no?

Supongo que si ha de pasarnos algo malo nos pasará igual. 

Y al final todo se supera.

Aunque claro, esto lo digo yo hoy que me ha dicho el médico que no tengo por qué preocuparme. No quiero imaginarme si me hubiera dicho lo contrario. Ufff.

Sea como fuere, estoy bien, tengo salud, tengo trabajo, os tengo a vosotros y te tengo a ti que me haces sonreír. ¿Qué más quiero?

Nada.

Feliz martes.




lunes, 8 de abril de 2013

Si me voy contigo a ver una peli de miedo al pase de madrugada, es que me importas

No sé si alguna vez os he contado que no me gustan las películas de miedo.

Bueno, la verdad es que no soy especialmente cinéfila en general, pero las pelis de miedo no es que no me gusten... no las soporto, me tensan, me ponen enferma. De hecho (esto es real, no exagero) la noche que fui a ver "The Ring" tuve fiebre.

Sólo he ido dos veces al pase de madrugada a ver una peli de miedo: La primera hace unos años con el que era mi novio, que se empeñó en ir a ver Saw (no se qué versión) y que para colmo se durmió; y la última fue este mismo sábado que fui a ver Posesión Infernal. Bueno, eso de ver es un decir teniendo en cuenta que me pasé la mitad de la peli con los ojos cerrados y agarrada al brazo del muso.

Así que ya sabéis querid@s amig@s, si alguna vez os acompaño a ver una peli de miedo al pase de madrugada, es porque me importáis.

Buen comienzo de semana.


Pd: Disculpad la ausencia, es que he estado bastante vaga.